Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo. (Prov. 37:8)
En cierta ocasión fui invitado a predicar a una iglesia, estaban celebrando un programa especial para hombres. Con mucho gozo me preparé, dediqué tiempo a orar y elaborar el mensaje. El resultado fue un sermón que fue de gran bendición para todos, una alabanza viva, una ministración acorde a las necesidades que hizo de aquella reunión un tiempo especial. Al salir los hermanos que me acompañaron compartieron comentarios acerca de cuanta bendición habían recibido durante el programa, sentíamos que estábamos en la misma presencia de Dios. Cuando íbamos llegando a la salida del pueblo, tres borrachos que en el medio de la vía discutían, ocupaban prácticamente toda el área de la carretera con sus bicicletas. De forma tranquila saqué mi cabeza del auto y les pedí, por favor, que me dieran espacio, pero no hicieron caso, usé el claxon, y fue en vano. Uno de ellos me miro -da la vuelta por otro lado - dijo con voz tambaleante. Hacer lo que él decía implicaba dar la vuelta a todo el pueblo.
Con mucho cuidado intenté pasar subiendo una rueda sobre la acera para salir rápido de aquel incomodo incidente. Fue entonces que uno de ellos empujó al otro contra el carro, logré aguantarlo con la mano izquierda pero su bicicleta se deslizó bruscamente sobre la puerta recién pintada dejando marcas que me condenaban a tener que pintar nuevamente.
Ante aquello, con la misma mano que había aguantado al hombre, lo empuje contra los otros que debido a su embriagues cayeron al piso. Los sentimientos que salieron de mi corazón no fueron los más espirituales. ¿A cuántos no nos ha pasado así?
Después de una excelente experiencia espiritual nos encontramos con algo que nos lanza al extremo de la carnalidad. Tenemos que tener en cuenta cuan delgada es la línea que separa la espiritualidad de la carnalidad.
Preguntas:
- ¿Cuántas cosas le suceden en el día que tratan de sacarlo fuera de la línea de espiritualidad hacia un acto carnal?
- ¿Ha pensado en alguna estrategia que le permita sostenerse en tales momentos?
Oración: Señor ayúdame a controlar mis impulsos humanos de manera que cada día pueda andar en tu Espíritu
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