Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; Ex 16.4
Uno de los desafíos más grande que como hombres tenemos es poner alimento diario a la mesa para nuestra familia, suplir las cosas más necesarias o elementales como ropa y zapatos, el aseo personal, se convierte muchas veces en una odisea económica.
Mientras el pueblo peregrinaba en el desierto disminuyeron poco a poco los escasos alimentos que habían logrado sacar de Egipto. Cambiaron una vida sedentaria en la tierra de Gozen por un estilo nómada en el desierto al cual no estaban preparados. En la trayectoria tenían que sufrir el llanto de los niños (a quienes no les interesa de donde viene la comida, solo recibirlas) y el reclamo de sus mujeres (que a veces sacan de las casillas)… ¿de donde podrían sacar pan y carne en medio de un desierto seco y estéril? todo esto fue caldeando el ambiente hasta que comenzó el murmullo.
Es común que juzguemos al pueblo de Israel. A solo unos días de haber salido milagrosamente de Egipto y presenciado la división del mar rojo y la destrucción del ejército de faraón, comenzaron a murmurar en contra de Dios. Si, Dios, pues aunque lo hacían contra Moisés realmente era contra Él (Ex 16:7,8)
Me pregunto ¿Cuántas veces al enfrentar la escases y las limitaciones económicas hemos murmurado en contra de los que creemos tienen la responsabilidad de proveer para nosotros?
Esa actitud no dista mucho de la del pueblo de Israel, Dios hizo que en el desierto aparecieran codornices y pan. Pero el pueblo tenía que salir a buscarlo. Hoy Jehová sigue siendo el mismo Dios, pidamos por nuestra economía y el sostén de nuestra familia y El proveerá como siempre lo ha hecho.
Preguntas:
Su primera petición del día para Dios ¿es que le capacite para poder proveerles lo necesario?
¿Espera usted pasivamente a que Dios actúe y le provea, o se coloca en acción inmediata para que el bendiga sus esfuerzos?
Oración: Dios danos las fuerzas y la capacidad para suplir para nuestras familias.
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