Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Ex 17.11
Hemos sido creados a imagen de Dios, a imagen de aquel que es conocido como “varón de guerra”, (Ex 15:3) Es por eso que los hombres nos gusta la aventura y sentir que tenemos el control. Uno de mis más grandes sueños fue ser aviador, vivir la experiencia de estar al mando de un avión y viajar a altas velocidades. A finales del año 1989 mientras cursaba el 11no fui sometido a las pruebas preliminares para ser piloto. Lo hice al principio para escapar de un día de clases, pero me sorprendí al ver que estuve entre los pocos que aprobaron. Al siguiente año, durante toda una semana, nos hicieron todo tipo de pruebas en un hospital militar de la Habana, y allí volví a ser uno de los 13 aprobados entre los aspirantes de toda Cuba. Afortunadamente la caída del campo socialista en Europa me libró de ir a Rusia a estudiar esa carrera. Digo afortunadamente porque Dios tenía algo mucho más excelente para mí, algo donde yo debía ceder todo el control a Él.
En Éxodo 17 ¿Quién era el que tenía el control? ¿Acaso Josué en el campo de batalla? ¿Moisés en el collado? El ejército de Israel prevalecía solo cuando Moisés mantenía sus manos levantadas. Desde la antigüedad levantar las manos era una posición adoptada para orar o adorar a Dios (Ex. 9.33; Sal. 28.2). Mientras Moisés elevaba sus manos un clamor mezclado con adoración llegaba al trono de Dios, quien a su vez respondía dando la victoria a su pueblo.
La victoria llegará no por nuestro ímpetu o fortaleza sino por la acción de aquel que verdaderamente esta en control de todo.
Oración: Soberano señor, a ti elevo mis manos, toma tú el control de todas mis acciones.
Preguntas:
· Antes de trazar cualquier plan o iniciar algún trabajo, ¿Te encomiendas al Señor? ¿Te preguntas que haría Jesús?
· Siempre que logras llevar a cabo tus planes, ¿Das gracias a Dios por el éxito, o te regocijas en tus propias capacidades y talento?
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