¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad,…? Job 2:3
La integridad del hombre está relacionada con la capacidad de hacer coincidir invariablemente sus palabras con sus acciones, no importa las circunstancias, el lugar o las personas con las que se encuentre.
Es el caso de Job, un hombre íntegro, temeroso de Dios. Pasó por las circunstancias más dolorosas que un hombre puede pasar, perdió su familia, sus posesiones, recibió la crítica e incomprensión aun de aquellos a quienes más amaba. Pero de todos modos se mantuvo invariable a sus principios.
La integridad de Job molestó hasta al mismo satanás, el maligno no podía concebir que un hombre fuera capaz de amar y servir a Dios solo por amor, de forma desinteresada. Acusó a Dios de ser un manipulador necesitado de comprar la adoración de sus criaturas.
Por otra parte, la misma esposa de Job en un momento de desesperación al ver el sufrimiento de su esposo exclamo: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.? Job 1:9b
No podemos ignorar que la integridad en un hombre es algo que Dios no pasa desapercibido. Fue el mismo Dios quien trajo ante satanás el nombre de Job y fue capaz de aceptar el desafío presentado pues conocía el corazón de su siervo, descrito por el mismo Dios como: varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
La integridad es una cualidad olvidada por los hombres pero reconocida y apreciada por Dios. Seamos valientes y mantengamos nuestra integridad en todo momento.
La integridad no es lo que hacemos sino lo que somos. Y lo que somos, a su vez, determina lo que hacemos.
Preguntas
· ¿Le parece que se puede ser cristiano sin tener integridad?
· ¿Cuáles son las acciones que usted realiza y que demuestran que es un hombre íntegro?
Oración: Amado Señor crea en mi un corazón integro.
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