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Foto del escritorRev. Víctor Manuel de Quesada Pérez

El buen padre



…padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Ef 6.4


Recuerdo a mi padre haciendo el café cada mañana y dejándonos listo el desayuno cuando era un niño.  En la escuela mi papá solía hablar con mi maestra, le decía: “si se porta mal, usted me envía una nota con él mismo y yo me encargo”, luego pasaba de nuevo para preguntar cómo me iba, cuando no, le preguntaba a los maestros que veía en la calle. Siempre que hablaba conmigo me recordaba: “aquí no puedes traer nada que no sea tuyo”. Cuando fui a mi primera escuela en el campo, allá fue mi papá a ayudarme y a aconsejarme cómo debía de hacer las cosas, siempre preocupado por llevarme comida o alguna otra cosa que hiciera falta. En ese tiempo de cierta manera molestaba toda esa preocupación por mí, pues me consideraba yo mismo un hombre, por eso pensaba: “A mí no me tienen que cuidar tanto.” Al terminar el preuniversitario allá fue mi papá a intervenir con sus amistades para resolverme en una escuela. Ahora miro hacia atrás y le agradezco a Dios por mi padre, junto a él aprendí respeto, integridad, seriedad. Hoy soy el hombre que soy porque Dios me dio un padre preocupado por enseñarme a ser un hombre. 


En la actualidad existe carencia de hombres (no lo digo en el sentido genérico) ¿Por qué? Estudios recientes han demostrado que cuando el padre está ausente los hijos son 5 veces más propensos a las drogas y al suicidio, 20 veces más propensos a involucrarse en crímenes y terminar en prisión, se inclinan a buscar la carencia de la figura paterna en otros hombres terminando así en homosexuales.  


Como padres nuestro deber no solo se limita a hacer provisión para nuestra familia sino que también somos responsables de cuidar, corregir, enseñar a nuestros hijos. Nuestro ejemplo como padres es crucial en la vida de ellos. La escuela no es la responsable, de guiarlos, somos nosotros. Los amigos, la calle, para nada tienen responsabilidad con ellos, no se desentienda más, somos nosotros.


Preguntas

·       ¿Dedica usted tiempo a obrar personalmente en la formación de su hijo?

·       Entre el trabajo, los amigos, los entretenimientos y la familia, ¿Qué porciento de tiempo dedica a su hijo?


Oración. Padre eterno, moldéame para que yo pueda ser el padre que mis hijos necesitan.

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