Ex 4:19,27
Años atrás celebramos un retiro de familias con hermanos invitados de EU. Mientras planificábamos nos propusimos regalar a cada matrimonio un libro sobre la familia, algo simple, pero a la vez difícil de conseguir en un país como el nuestro. Hicimos los arreglos y un hermano de nuestra iglesia compró en la Ciudad de la Habana 50 copias de una excelente obra titulada “Desde Ahora en Adelante”. Cuando los invitados llegaron, compartimos con ellos la bendición de haber conseguido en Cuba el título necesario para regalar. ¡Pero que sorpresa!, el material que habían escogido para sus conferencias coincidía con el contenido del libro que habíamos comprado. No existen las coincidencias, si Dios tiene un propósito Él se encarga también de los arreglos.
Cuando Dios le hablo a Moisés de sus planes, muchas preocupaciones debieron de saltar en su corazón. Regresar a Egipto era peligroso, los que le habían querido matar todavía podrían estar allí, tal vez sus familiares no se acordaban de él, ¿lo rechazarían como había sucedido cuarenta años antes? ¿Cómo le escucharían si hasta su forma de hablar era torpe? ¡Cuántas dificultades!…
Ante el posible temor a morir Dios le dijo, no temas, ya han muerto todos los que procuraban matarte v 1. Por otra parte Moisés había pasado cuarenta años alejado de su familia, no había escuchado de su hermano en mucho tiempo, ¿estaría él dispuesto a ayudar a aquel que cuatro décadas atrás había salido huyendo de Egipto? No imaginaba que Dios mismo le había hablado a Aarón, le dijo: ve a recibir a Moisés en el desierto. V 27. ¡Todo estaba arreglado!
No lo dude, si le damos el control a Dios él se encarga de hacer los arreglos, confiemos en él.
Preguntas:
· ¿En ocasiones no le parece que intenta depender más de sus propios esfuerzos y gestiones que del mismo Señor?
· ¿Antes de tomar cualquier decisión o acción se lo comunica a Dios?
Oración: Dios, ayúdame a ser obediente y dejar todos los arreglos en tus manos.
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