En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves (Dan 4:33)
Cuando era adolecente viví momentos donde me creía un hombre adulto y podía hacer lo que me diera la gana. Un espíritu de arrogancia y rebeldía me impulsaba a enfrentar a mis padres probando fuerzas y desafiándolo, un día mi madre me dirigió una frase que ahora recuerdo “te están creciendo las uñas pero yo te las voy a cortar”
El rey Nabucodonosor había sido testigo del milagro que Dios había hecho en la vida de Sadrac, Mesac y Abed-nego, como en una forma tan espectacular los había librado del horno de fuego. Dios también le había revelado en sueños cual iba a ser el resultado de su altivez y arrogancia, aún más, después de haber interpretado el sueño Daniel le aconsejó cuál debía de ser su actitud. (4:27) Aun así un día paseando por el palacio miró hacia la ciudad de Babilonia y un espíritu de arrogancia y prepotencia lleno su corazón, conduciéndole a vanagloriarse y exaltarse a sí mismo, ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Dn 4.30, fueron sus palabras, el resultado fue que inmediatamente se convirtió en una bestia y sus uñas le crecieron.
La arrogancia, la altivez, la soberbia, son pecados a los que ningún hombre es inmune. Al mismo apóstol Pablo Dios tuvo que enviarle un aguijón en la carne para “cortarle sus uñas” (humillarle) 2 Cor 12.
Somos pecadores, salvos por la gracia y sustentados solo por la gracia de nuestro Dios, siempre que recordemos esto no habrá lugar para la arrogancia, es por eso que día a día debemos de regresar al evangelio, para que no nos crezcan las uñas. Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos. Sal 138.6
· ¿Cuántas veces ha sentido la sensación de que con sus propias fuerzas e inteligencia es suficiente?
· ¿Cómo sabe cuándo está siendo arrogante y no le da lugar al poder de Dios?
Oración: Dios ayúdame a ser humilde y a cada día reconocer que tú eres el único merecedor de toda gloria.
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